Wat Phra Yai tesoro

Wat Phra Yai y el tesoro de los piratas chinos

Ya hemos hablado en varias ocasiones de Wat Phra Yai, posiblemente el lugar más famoso del Koh Samui, gracias a la estatua dorada de 12 metro del Gran Buda. Pero más allá de todo esto, este icono tailandés guarda un secreto; un tesoro pirata enterrado por marineros chinos. Una historia que mezcla a partes iguales el mito, la leyenda y la aventura.

El Gran Buda: Un faro espiritual

Construido en 1972, el Wat Phra Yai es uno de los templos mas venerados de Koh Samui. Su Buda sentado en posición Mara Vichai, símbolo de superación de tentaciones, atrae a peregrinos y viajeros, por dos motivos, su majestuosidad y por una vistas panoración del estrecho de Samui IMPRESIONANTES. Sin embargo, pocos saben que bajo las escalinatas de dragones tallados y flores de loto, yace un tesoro lleno de oro, porcelanas Ming y cofres. Sólo son rumores, pero ¿Y si es verdad?

El tesoro pirata ¿Verdad o leyenda?

Cuentan los mas ancianos, que hace más de 200 años, los barcos mercantes chinos navegaban por el Golfo de Tailandia cargados de sedas, especias y metales preciosos. Para evitar el saqueo de los piratas malayos, principalmente, algunos de estos navíos habría usado Koh Samui como escondite.

Dicen las leyendas, que la tripulación de uno de esos barcos, decidido enterrar parte de su carga cerca de la actual ubicación de Wat Phra Yai. El terreno les era favorable, las colinas de la zona, estaban cubiertas de una jungla impenetrable y era un mapa natural para proteger este secreto. Con el paso del tiempo, la historia se mezclo con el folclore local, ya que algunos dicen ver en las noches de luna llena, luces fantasmales cerca del templo, considerando que son los espíritus de los marineros vigilando su propio botín.

Para dar cierta credibilidad a esta leyenda, en pueblos como Nathon o Maenam, perviven apellidos y tradiciones de origen chino, legado de aquellos navegantes.

¿Dónde encontrar el tesoro? Claves para «buscadores»

Ahora bien, esta leyenda no esta confirmada, pero los relatos transmitidos de generacion en generación han señalado psobiles ubicaciones, que, ha dia de hoy, pueden desertar la curiosidad de los cazatesoros. Aquí te dejamos algunas pistas, si decides embarcarte en esta aventura.

  • El árbol centenario. Detrás del templo Wat Phra Yai, un antiguo ficus con raíces entrelazadas se alza como un guardián silencioso del pasado. Según la leyenda, los marineros chinos habrían usado árboles de gran tamaño como puntos de referencia para ocultar sus tesoros. Algunos creyentes aseguran que si uno se acerca en silencio al árbol durante la madrugada, puede escuchar un susurro entre las hojas, como si la brisa repitiera historias de tiempos pasados.
  • La cueva de los murciélagos. En la base de la colina donde se encuentra el Gran Buda, existe una pequeña cueva que ha permanecido en gran parte inexplorada. Cuentan que esta cavidad fue utilizada por los marineros chinos para esconder parte de su cargamento antes de continuar su viaje. Sin embargo, quienes han intentado adentrarse afirman haber sentido una extraña presencia o haber visto sombras moverse entre las rocas. ¿Serán los guardianes del tesoro?
  • Las ofrendas rotas de Bang Rak. A tan solo dos kilómetros del templo, en la playa de Bang Rak, se han encontrado fragmentos de cerámica china que los arqueólogos atribuyeron a antiguos comerciantes que pasaron por la isla. Aunque oficialmente no se han relacionado con la leyenda, la gente de la isla sostiene que estas piezas podrían haber sido parte del botín enterrado.
  • El monje que conoce la verdad. Aseguran que un monje mayor del Wat Phra Yai conoce más detalles sobre la leyenda de lo que cuenta. Si visitas el templo, podrías encontrar a algún maestro dispuesto a compartir historias sobre el pasado de la isla.
  • El mapa estelar. Una teoría menos conocida sugiere que los piratas usaron constelaciones para marcar el lugar del tesoro. En la colina del templo, durante el solsticio de verano, la posición de la estrella Sirius, muy importante en la navegación antigua, se alinea con la cabeza del Buda.
  • El templo gemelo. Según relatos locales, un antiguo santuario budista en Koh Phangan, ahora en ruinas, habría sido construido siguiendo una alineación específica con el Gran Buda de Samui, creando un vínculo energético entre ambas islas. Esta conexión oculta pistas sobre el supuesto tesoro. Aunque no hay prueba arqueológicas concluyente, la creencia en templos gemelos es común en la tradición budista.

¿Mito o realidad?

Al final, la leyenda del tesoro del Wat Phra Yai no es solo una búsqueda de oro y porcelana antigua. Es un reflejo de la herencia cultural de Koh Samui, donde la historia se mezcla con la espiritualidad y la naturaleza.